BRINDEMOS POR LA CANDIDA ADOLESCENCIA. ELY F. IGLESIAS

Sidney Pollack,In Memoriam

BRINDEMOS POR LA CANDIDA ADOLESCENCIA!
Nosotras tenemos una granja en Africa al pie de las colinas de Ngong...
Y una hermosa casa de tejado rojo en cuyo porche duerme,elegante y bellìsimo,un seductor
aventurero que nutre nuestra fantasìa:Denys Finch-Hatton,siempre recièn llegado de Nairobi.
Aquì cultivamos cafè en las tierras altas de Kenia,subyugadas por su flor de delicado aroma,
que brota al principio de las lluvias.
Farah Aden,nuestro criado somalì de la tribu Habr Yunìs,extiende un delicado mantel de hilo
sobre el que coloca fina porcelana danesa para entretener las horas de la cena.Hoy,omelette
à la chasseur y tè en la tetera.En la gramola,discos de Petrouchka,mientras fuera llueve sua-
vemente...
Lo miramos,èl nos mira,nos miramos,comemos,bebemos,hablamos en un continuo susurrar de
palabras al crepitar de la lumbre en noches de vino e historias,veladas memorables.Sigue llovièn_
do mansamente.
El ritmo de Africa es el de su mùsica.
Debemos a Finch-Hatton el màs intenso y delicioso placer:volar con èl sobre Africa.Puede aterri_
zar en su aviòn Moth en nuestra pradera de la granja,a sòlo unos minutos de la casa.Cuando vuelas
alto con èl tienes unas vistas tremendas,cambios de luz y color,el arco iris sobre la tierra verde ilu-
minada por el sol,nubes que te rodean a toda velocidad corrièndo y danzàndo...
Cuando has sobrevolado la Falla Grande y los volcanes de Suswa y Longonot te parecerìa haber es-
do en la luna y habrìa que inventar nuevas palabras para poder expresar lo que llegas a sentir.
Si vuelas bajo,ves a los animales correr en manadas y evocas a Dios en su creaciòn antes de que -
Adàn les pusiese nombre...
Sobrevolar con Denys las colinas de Ngong al atardecer es permanecer extasiada ante las màs bellas
colinas del mundo y mucho màs vistas desde el aire cuando los lomos desnudos se van levantàndo
hacia los cuatro picos y corren junto al aeroplano y sùbitamente bajan y allanan en un pequeño prado
dirìas que el aeroplano va cantàndo como una abeja...
Entre Kikuyus y Masai,salir de safari es toda una aventura.Pero te sientes segura.El te protege,no en
vano es el mejor cazador de leones...
Ya està casi amanecièndo,cuando te levantas,despuès de un dìa intenso,y piensas:"estoy donde debo
estar".Todo el aire de Africa en los pulmones y una infinita gama de colores en la retina ,hace calor .
Te prepara un frugal y apetitoso desayuno en medio de la nada,te lava el pelo con agua frìa y clara,te
sorprende con un beso que apenas roza tus labios como una fràgil pluma mecida por el viento,trèmulo
y suave.Te ruborizas,palpitante.Te entregas,te abandonas,te mueres,renaces y...esperas,una vez màs,
volver a empezar.Todos los besos estàn en su beso.Todas las palabras,en su boca.Todas las caricias
en sus manos.Todas las miradas en su mirada y en sus ojos se nos queda el alma.Nunca soñamos
tanto y jamàs quisimos que terminara...
Hacia el sur las quebradas estribaciones del Kilimanjaro,hacìa el norte una luz càlida asoma detràs del
monte de Kenia,hacia el este una manchita roja destaca entre el gris y el verde,es el tejado de nuestra granja.
Este es el lugar.No hay que buscar màs:hacia arriba una estrecha terraza natural en la ladera de la colina.
El aire aqui es claro como el agua...
Los Masai siguen informàndo que ven leones en la tumba de Finch-Hatton:"un leòn y una leona han apare_
cido allì y se quedan de pie o se echan durante mucho tiempo..."
Desde 1986 brìndamos junto a Denys Finch-Hatton por la càndida adolescencia,seguimos sus pasos a tra-
vès de la sabana,escuchamos su voz en las tardes de lluvìa,velamos su sueño sosegado en el porche y -
deseamos intensamente que llegue para llevarnos en su aeroplano en un vuelo interminable mientras nos
toma de la mano...
Cada año,al menos una vez,volvemos a Africa en un largo tren que nos conduce al encuentro del hèroe,del
hombre,de un sueño inacabado.Sigamos soñàndo.
Brìndemos por la càndida adolescencia!.