9/7/11

Trece de Ayer .

Ayer ...


El ruido de la confusa

multitud ahogaba

cualquier probabilidad

de escuchar el silencio

luminoso de su voz .

En el desconcierto quedó

postergada la intención

de diálogo convincente

mientras su espalda

era todo lo que le quedaba

tajante y contumaz

como un simple " no " .



Hoy ...


Nadie le espera en Sidney

El saxo de Lou Reed

se despereza . .

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