Ayer ...
El ruido de la confusa
multitud ahogaba
cualquier probabilidad
de escuchar el silencio
luminoso de su voz .
En el desconcierto quedó
postergada la intención
de diálogo convincente
mientras su espalda
era todo lo que le quedaba
tajante y contumaz
como un simple " no " .
Hoy ...
Nadie le espera en Sidney
El saxo de Lou Reed
se despereza . .
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