23/1/14

Impávida la noche entrega

su alma

al demonio de las dudas

despaciosamente

ahoga sus sospechas

en el alevoso trago

del desconsuelo.





 

 

Al final de la barra de un bar

de carretera

con el estridente neón

de las luces

señalando la puerta de emergencia

repite la amarga historia

una y cien veces

mientras las palabras

( viscosas )



se anudan

aturden

DESNUDAN la oscuridad .







 

Sintió una especie de rabia

sorda

como si un golpe seco

le hubiera dejado

la boca rota



un olor dulzón a vainilla

en la letrina

ocultaba tras la puerta

su nauseabunda realidad .



Allí mismo en mitad

del estupor

la farsa agonizaba

en las sucias aguas

de la bahía.






Mientras los borrachos

apuraban la madrugada

con hielo

y el decadente pianista

aporreaba su undécimo

vals .





 

At last

se aproximó a su boca

con salacidad

arriesgando el exiguo valor

que le quedaba .




Por fin

sintió la tibieza azul

del amanecer entre las piernas .

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