Hoy,primer día de otoño
no me sorprende el olor
dulzón a vainilla del aire
porque sé que el heliotropo
crece discreto y ,por eso,
no me sorprende
la luz que se adormece
en las esquinas que
hasta hace bien poco
(apenas ayer)
reverberaba exultante
vívida y entusiamada,
tan alegre...tan vestida de ricas
sedas silvestres ...tan mundana!
no me sorprende
el silencioso despertar
la perezosa vida que
me devuelve lentamente
hayedos rojos y un crujir
bajo mis pies de hojas
que componen sonatas
de melancolía
mientras el tibio otoño
cosecha los primeros girasoles,
inflorescentes rayos penitentes
ojos grandes que observan
leales al sol como Clytie
enamorada de su dios ,
desde el norte hasta el oeste.
Hoy,en el hemisferio norte
el equinocio de otoño se cumple
puntualmente.Y no me sorprende
su voz tan dulce susurrando
otros placeres.Está aqui,
vuelve a poner cordura.
Vuelve a estrenar libros ,
que huelen a ternura,a encender
la lumbre porque va haciendo frío
y es peligroso quedarse a esperar
la luna entre azul y buenas noches
entre tus besos y mi certeza
entre tu risa y mis derroches .
Apuramos copas de oscuro
vino en acristalados rincones
donde la luz se duerme
al arrullo del cuentacuentos.
Intimo y efímero otoño
olvidaste el uniforme azul
entre las muñequitas de porcelana
todas vestiditas con su canesú
que no dejaron de mirarme
nunca y acompañaron las tardes
de mis juegos infantiles.
Asi que,me siento en el umbral
de mi memoria ,me abrigo un poco
y me pongo a esperar...
(Septiembre,2008.Gijón)
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